Las Cuatro Vertientes del Pentecostalismo Mexicano

Dr. Manuel J. Gaxiola Gaxiola

Introducción

El presente ensayo pretende producir una panorámica de las variedades de pentecostalismo en México sin la pretensión de lograr una historia y clasificación completas, sino, más bien, conformar una aproximación a la historia que nos hace falta a todos los interesados en el desarrollo del movimiento que, sin que tengamos que referirnos a su impacto mundial, en México representa más de las dos terceras partes de los que se identifican como evangélicos.[i]

Comencemos por reconocer que el pentecostalismo no ingresa a México en un vacío religioso, pues, aparte del catolicismo romano, hubo antes una presencia protestante que se inicia prácticamente desde la llegada de los españoles, aunque sin ningún afán proselitista; aparece como extraña posibilidad de ser alternativa religiosa desde el momento en que México recupera su independencia (1821), se acelera con la llegada de Juárez al poder y para el final del Siglo XIX se cuenta ya con 14 misiones extranjeras, que se establecen en el país en el siguiente orden:

NOMBRE DE LA IGLESIA

AÑO DE SU LLEGADA

Convención Bautista Americana 1862
Iglesia Episcopal 1870
Sociedad de Amigos (Cuáqueros) 1871
Presbiterianos del Norte 1872
Iglesia Congregacional Ídem
Metodistas del Norte 1873
Metodistas del Sur Ídem
Presbiterianos del Sur 1874
Iglesia Presbiteriana Asociada Reformada Ídem
Convención Bautista del Sur 1880
Presbiterianos de Cumberland 1886
Hermanos Libres (Plymouth) 1891
Iglesia Adventista del Séptimo Día 1893
Iglesia Cristiana (Discípulos) 1895

Para el año de 1900 estas misiones contaban, según el Censo de Población,[ii] con un total de 51,796 miembros residentes en el país, aunque esto discrepa con otras estadísticas.[iii] Es también importante recordar que el movimiento pentecostal moderno, cuya influencia se extendería posteriormente a México, apenas nace en los Estados Unidos precisamente el primer día del Siglo Veinte.[iv] Conforme se verá en esta historia, los primeros esfuerzos por establecer iglesias pentecostales en nuestra nación arrancan en la segunda década de este siglo, por lo que podrá advertirse el empuje a influencia del pentecostalismo en nuestra patria, que eventualmente superó al protestantismo tradicional.

En segundo lugar, tenemos la obligación de reconocer las dificultades que existen para una clasificación perfecta y total del pentecostalismo mexicano. Algunas de estas dificultades se explicarán conforme avanzamos en este ensayo.

Iglesias Unipentecostales o del Nombre de Jesucristo

Con este nombre nos referimos a las iglesias pentecostales que se distinguen principalmente porque bautizan usando la fórmula «en el nombre de Jesucristo» y que teológicamente recalcan la unicidad de Dios, por lo que despectivamente han sido llamados Sólo Jesús, La Nueva Luz, etc., y muchas veces han sido marginados por otros evangélicos.

Este grupo de iglesias pentecostales difieren de las otras del mismo tipo principalmente porque bautizan sólo en el nombre de Jesucristo y porque dan énfasis a la enseñanza bíblica sobre la unidad de Dios y no aceptan que la doctrina tradicional de la Trinidad sea una expresión correcta de la naturaleza de la Divinidad. no deben ser clasificados, sin embargo, ni como arrianos ni como unitarios, pues afirman y defienden la divinidad de Jesucristo. La mayoría prefiere que se les denomine apostólicos.

Para los apostólicos, Dios es sólo uno pero puede manifestarse en muchas maneras y ser varias cosas simultáneamente, p. e., «un hijo nos es dado» que es también «Padre Eterno» y «Príncipe de paz» (Isa. 9:6) Dios el Padre y Cristo son simplemente un misterio (Col. 2:2, 3) pero no una indicación de pluralidad en la Divinidad, una revelación que llega a su máxima expresión en Jesucristo (1 Tim. 3:16). Para ellos la «fórmula trinitaria» de Mat. 28:19 no contradice los textos en que se indica que los apóstoles y primeros cristianos bautizaban en el nombre de Jesucristo (Hech. 2:38; 8:16;10:48;19:5), pues Jesucristo es el nombre es el nombre del Dios que se ha manifestado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. Oran al Padre en el nombre de Jesucristo y no creen que en pasajes como Juan 17 se sugiera que Cristo hablaba consigo mismo, pues establecen una cierta diferenciación entre la naturaleza humana y la divina, que existían simultáneamente en Cristo.[v]

Los apostólicos, unipentecostales o unicitarios siempre han insistido en que la interpretación trinitaria de Dios es posterior a la era de los apóstoles. Por un tiempo fueron marginados, rechazados o combatidos por otras iglesias, aunque su pujanza no ha pasado inadvertida y su seriedad y solidez paulatinamente les han ganado un lugar respetable y aun distinguido en el afecto de muchos evangélicos, fenómeno que también se advierte a nivel mundial. En este estudio nos referimos a estos grupos en primer lugar porque es precisamente una de ellas la primera en haberse establecido y formalizado como iglesias en México antes que cualquiera otro movimiento pentecostal. Se requiere también trasladarnos al inicio del pentecostalismo en los Estados Unidos para aprender un poco más sobre su origen y extensión.

Es curioso que la mayoría de los historiadores sobre el pentecostalismo de habla hispana en los Estados Unidos comienzan hablando de los primeros mexicanos, portorriqueños y otros de los ahora llamado latinos y de su ingreso a las Asambleas de Dios y otras denominaciones pentecostales clásicas que posteriormente establecieron en los Estados Unidos sus respectivos departamentos de habla hispana y luego comenzaron a enviar misioneros a América Latina. Estas historias se inician siempre con nombres como los de Francisco Olazábal, Juan Lugo y otros distinguidos pioneros pentecostales cuyo lugar en la historia del pentecostalismo nadie se los puede negar pero, sin restarles méritos a ellos ni despreciando lo que han escrito los historiadores, es justo indicar que, en su referencia a estos pioneros ni De León,[vi] ni Domínguez,[vii] ni Betancourt,[viii] para señalar a unos pocos autores, mencionan que (I) la Apostolic Faith Mission, establecida en la Calle Azusa de Los Ángeles en 1906 y dirigida por W. J. Seymour desde el momento de su fundación tuvo una presencia de mexicanos, que se explica, en parte, por la proximidad de la Calle Azusa a La Placita, que era el principal centro de convivencia de la colectividad mexicana de entonces, (II) que estos mexicanos, siguiendo la práctica de Charles F. Parham, fundador del pentecostalismo, se bautizaban en el nombre de Jesucristo[ix] y, (III) que para fines de 1906 ya existían iglesias uni-pentecostales de habla hispana en el sur de California, incluyendo San Bernardino y San Diego. También hay la teoría de que la primera persona que habló en lenguas en la Misión de la Fe Apostólica fue precisamente uno de los trabajadores mexicanos que limpiaron y acondicionaron el citado edificio para su ocupación por Seymour y sus seguidores. Con tan sólo estos datos se corrige la percepción general de que el movimiento del nombre de Jesucristo se inicia en los Estados Unidos entre 1913 y 1916 y que se debe exclusivamente a un cisma que afectó a las recién fundadas Asambleas de Dios, fundadas en 1914.[x] Por dos años se discutió muy agriamente la cuestión del bautismo en agua, aunque el primer Superintendente General de la organización, E. N. Bell, se bautizó en el nombre de Jesucristo, pero eventualmente los ministros unipentecostales abandonaron las Asambleas de Dios en la convención de 1916.

En realidad la historia del movimiento del Nombre de Jesucristo se remonta cuando menos a 1890 en Rusia, cuando llevaron el mensaje a ese país dos predicadores ingleses que usaban la forma unicitaria para bautizar. José Stewart, el fundador de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, antes de venir a México había sido bautizado conforme a la fórmula apostólica por unos misioneros egipcios. Hay en Rusia la tradición de que un obispo ortodoxo también comenzó a predicar el bautismo en el nombre de Jesucristo, pero en ese país se reconoce a Nikolai P. Smorodin como el primer ministro apostólico, a quien pronto se le agregaron otros siete. Uno de ellos estableció iglesias también en Polonia. Descendientes de aquellos primeros creyentes viven ahora en Argentina, Uruguay y Paraguay y forman el grueso del liderazgo de la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en esos países.[xi]

Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús

Es importante señalar que aquellos primeros predicadores mexicanos que salieron de la Calle Azusa siguieron extendiéndose a otras partes de California, y que de una de esas iglesias en Los Ángeles salió la Sra. Romana Carbajal de Valenzuela para llegar a su tierra natal, Villa Aldama, Chihuahua a testificarles a sus familiares. El primero de noviembre de 1914, doce de ellos tuvieron la experiencia del bautismo del Espíritu Santo acompañado de nuevas lenguas. La Sra. Valenzuela no era predicadora y tenía que regresar a su hogar en California, pero antes se ganó a Rubén Ortega, originalmente ministro congregacional pero para estos tiempos pastor de la iglesia metodista de la capital del estado. Este cambio de denominación se debió al famoso Plan de Cincinatti. Aunque al principio Ortega rechazaba las enseñanzas de la Sra. Valenzuela, al final las aceptó y en oración con ella tuvo la experiencia glosolálica. Luego fue a El Paso, Texas para bautizarse en el nombre de Jesucristo en una iglesia de negros cuyo pastor también lo ordenó para el ministerio apostólico. Luego regresó a bautizar y pastorear a los creyentes en Villa Aldama y también comenzó a formar una iglesia en la capital del estado. Estos fueron los orígenes de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en particular y de una considerable parte del movimiento del nombre de Jesucristo, o unipentecostal, en México.[xii] La Iglesia Apostólica está establecida en todo el país, disfruta como movimiento de una sólida organización y pujante economía y desde 1949 ha enviado misioneros al extranjero, incluyendo una médico misionera a Vietnam. Fundó iglesias en Guatemala, El Salvador y Nicaragua, que ahora son independientes, y actualmente tiene misioneros en Colombia, Venezuela, Estados Unidos, Canadá y España.

Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual[xiii]

Este es el segundo grupo de nuestra serie, con oficinas en Monterrey. Aunque los primeros convertidos y ministros de esta iglesia estuvieron relacionados con lo que ahora es la Iglesia Apostólica, su historia oficial los presenta como resultados del trabajo que se inició en 1926 con la llegada a México de un misionero escocés de nombre José Stewart. En la actualidad la iglesia se ha extendido a todo el país y parte de los Estados Unidos, Centro y Sudamérica. Cuentan para sus reuniones anuales con una excelente propiedad a la orilla de la carretera que sale de San Luis Potosí hacia Saltillo y han construido allí un auditorio para alrededor de veinte mil personas.

Iglesia La Luz del Mundo[xiv]

Una de las denominaciones evangélicas más controversiales del país y con una historia previa de poca relación con otros movimientos evangélicos, la Iglesia La Luz del Mundo ha sufrido en los últimos tiempos serios ataques de los medios de comunicación. Iglesia de luces y de sombras, no se puede ignorar su pujanza, su presencia en más de treinta países y muchos otros aspectos positivos. Al final de una larga peregrinación geográfica y espiritual, su fundador, Eusebio Joaquín, que posteriormente adquiriría el nombre de «Aarón», llegó a Guadalajara a fines de 1926 y después de muchos rechazos y pobrezas pudo formar la congregación original. En 1931 celebró en Guadalajara la primera Santa Cena, un evento anual que ahora congrega, según se afirma, cientos de miles de participantes de todos los países donde la Iglesia se ha extendido.

Su templo principal se localiza en una colonia de Guadalajara llamada la Hermosa Provincia, habitada en gran proporción por miembros de la Iglesia. El templo tiene capacidad para unas doce mil personas y bien pudiera ser el más admirable santuario evangélico de su tipo y tamaño en toda la América Latina, que cuenta con excelentes instalaciones educativas y de servicio social. En 1988 congregaron en uno de los principales hoteles de la ciudad de México a unos mil profesionistas fruto de su interés por la educación. La Luz del Mundo sigue siendo una iglesia controversial y está por verse la manera en que encaminará sus iniciativas hacia un programa de mutua aceptación con los demás grupos evangélicos del país, a una visión más amplia de lo que es el cuerpo de Cristo, a un proyecto de inserción mutuamente provechosa en el mundo evangélico que le permita demostrar y compartir los dones que ha recibido del Señor y una adaptación congruente con su evolución y la nueva situación que está viviendo. Las demás iglesias evangélicas necesitan pasar de lo que oyen o leen acerca de esta iglesia a un contacto más amplio y un conocimiento de toda la realidad que muestra un grupo que no debe marginarse ni ser marginado por otros.

Iglesia El Buen Pastor

Este grupo es resultado de una división que en 1942 encabezó José María González, quien en ese tiempo era uno de los principales ayudantes de Aarón Joaquín, de la Iglesia La Luz del Mundo. La Iglesia del Buen Pastor ha crecido mucho y se caracteriza porque anualmente se congregan muchos de sus fieles para celebrar la Cena del Señor cada 14 de abril. Para ello cuentan con un auditorio que puede albergar unas treinta mil personas y como ochenta dormitorios en el mismo lugar, construidos por otras tantas iglesias. Esta propiedad se localiza junto al aeropuerto de Toluca. La iglesia cuenta con buen número de congregaciones en el país y se ha extendido a los Estados Unidos y Centro América.

Es obvio que si la Iglesia del Buen Pastor se origina en la Iglesia La Luz de Mundo, aquella comparte prácticas y características comunes a las denominaciones que estamos estudiando en este espacio. Sin embargo, dada la compleja historia y proyección de la Iglesia La Luz del Mundo y la imposibilidad de presentar aquí la clase de análisis que haga justicia a ambas denominaciones, lo que también exigiría un espacio mayor del disponible, preferimos dejarlo en reserva para otra oportunidad.

Iglesia Cristiana Apostólica del Dios Vivo, Nuevo Israel[xv]

El nombre original de este movimiento fue el de Iglesia Apostólica del Dios Vivo, Columna y Apoyo de la Verdad, fundada el 23 de septiembre de 1978. Este movimiento es presidido por Jesús Adame Giles, que también usa el nombre de «Pablo de Cuahunahuac», quien afirma que en la misma fecha antes citada «se le apareció un ángel a la una de la mañana con un mensaje de Dios y un llamado al apostolado». En un tiempo Adame fue líder de cañeros en Morelos, diputado local y persona de todas las confianzas del difunto líder obrero Fidel Velázquez. Junto con la iglesia que dirige ha recibido la atención de revistas como Contenido. Se afirma que perteneció originalmente a la Iglesia La Luz del Mundo, pero él lo niega. Adame ha visitado la Tierra Santa y lo han atendido algunos líderes judíos, quizá porque se identifican como un Nuevo Israel. No hemos podido encontrar explicaciones escritas sobre esta idea. La matriz del movimiento se localiza en lo que fue una agreste zona colindante con la Universidad de Cuernavaca. Allí viven Adame y unas cuatrocientas familias que en su mayoría pertenecen a la llamada Provincia de Jerusalén, bien conocidos y respetados por la comunidad y con un templo de buen tamaño en el que anualmente se congregan creyentes de todo el país y de Estados Unidos para celebrar la donde viven unas cuatrocientas familias y que es el escenario de una celebración anual con gente de todo el país y Estados Unidos que llaman «Cena de Pascua». Por la zona de Yautepec tienen un moderno templo que calculamos acomoda de 600 a 800 personas, al que llaman Golán y en el Valle de Cuernavaca que se mira al frente y tiene una hermosa vista se ha adquirido un terreno para construir mil casas para otras tantas familias, especialmente jóvenes. Esto es indicación de una seria preocupación social que comienza abarcando a los miembros de la iglesia.

Iglesia de Jesucristo

En los últimos años ha comenzado a tomar un modesto auge este grupo dirigido por Abel Joaquín Avelar, hijo de Aarón Joaquín. De acuerdo con información proporcionada por é mismo, Abel creció en la Iglesia del Buen Pastor, donde comienza a predicar en 1957, pero en 1959 su padre lo mandó buscar y se inició en el ministerio de la Iglesia La Luz del Mundo. Cuando Aarón sufrió lo que sería su última enfermedad, Abel se encargó de cuidarlo hasta su fallecimiento, que sucedió en 1964. Su relación con la Iglesia La Luz del Mundo finalizó cuando estuvo presente por última vez en la Santa Cena de 1965 en Guadalajara, ya presidida por su medio hermano Samuel. En ese año se trasladó al Distrito Federal y comenzó a formar su propio grupo, que cuenta con veintidós iglesias organizadas. Ostenta en su movimiento el título de Apóstol de la Iglesia y es ayudado por un Consejo Apostólico de 12 miembros.

Iglesia Pentecostal Unida Internacional

Colocamos en el presente espacio a esta iglesia por su posición doctrinal tan cercana a la de las otras que ocupan el mismo lugar, aunque también pudiera caber en la lista de misiones que vinieron del extranjero. Esta iglesia fue resultado de la fusión el 20 de septiembre de 1945 de dos grupos del mismo tipo y en respuesta a «un profundo anhelo de unidad» entre dos grupos del mismo tipo que previamente habían compartido actividades conjuntos que les resultaban muy deseosas y promisorias.[xvi] Con el tiempo resultó la iglesia unipentecostal más grande del mundo, con cientos de misioneros en todos los continentes. En México tienen ya varios años de operación dirigida por diez misioneros norteamericanos y canadienses. Hace poco tiempo se anunció que saldría un misionero mexicano a trabajar en España y sostenido por las iglesias mexicanas.

Como sucede en todas partes, estas iglesias han sufrido a lo largo de los años separaciones que, hasta donde podemos advertir, no han creado nuevos grupos fuertes ni ninguna denominación que siquiera se les acerque en tamaño, pujanza y recursos a las antes mencionadas, pero que, sin duda, hacen falta en esta lista.

Las iglesias mencionadas en este apartado ocupan su lugar por razones de antigüedad y de sus características doctrinales, especialmente en lo que respecta al bautismo en agua, pero comparten con todas las iglesias pentecostales la común fe en el bautismo del Espíritu Santo con la señal de las nuevas lenguas y las señales y dones del Espíritu. Sin embargo, hablando estrictamente, deben también estar incluidas dentro de las iglesias autóctonas por razón de que fueron iniciadas por iniciativa de mexicanos, con excepción de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, cuyo fundador era un extranjero, pero al igual que las otras iglesias aquí señaladas, desde sus inicios han cumplido con los requisitos de sostenerse, difundirse y gobernarse de por sí que según la teoría de un misionólogo de apellido Venn son garantía de crecimiento y respetabilidad.

Iglesias Fundadas por Misiones Extranjeras

Como sabemos, en teología e historia de la iglesia se tiene que dedicar mucho tiempo y atención a clasificaciones y nombres. Por eso, aunque por mucho tiempo se sabía muy bien cuáles eran las iglesias pentecostales, entrada ya la segunda mitad del Siglo Veinte comenzaron a aparecer en las denominaciones protestantes tradicionales, en la Iglesia Católico Romana, y aun en ciertas iglesias ortodoxas, grupos a los que se tuvo que dar el nombre de carismáticos. Esto hizo que a los pentecostales originales se les agregara el título de clásicos, término que se aplica a las denominaciones pentecostales más antiguas, incluyendo las del Nombre de Jesucristo. En nuestro caso nos referimos con este nombre a las iglesias que fueron establecidas en México principalmente por misioneros de iglesias pentecostales de los Estados Unidos y Escandinavia. Entre las principales iglesias de este tipo que laboran en México podemos contar a las Asambleas de Dios, la Iglesia de Dios del Evangelio Completo, conocida también como Cleveland; la Iglesia Evangélica Cuadrangular, cuya fundadora fue la famosa evangelista Aimee Sample McPherson, quien por un tiempo portaba simultáneamente credenciales de las Asambleas de Dios y de otras iglesias, pero en 1921 fundó su primer templo en Los Ángeles y luego la denominación que lleva el mencionado nombre y que se ha extendido por muchos países. También están presentes en México la Iglesia Santa Pentecostal, la Iglesia de Dios de la Profecía y otras semejantes, así como muchas misiones de fe y grupos pequeños atendidos por misioneros de fin de semana especialmente en la zona fronteriza con los Estados Unidos. Por razones de espacio y en vista de futuros proyectos de un mayor alcance, nos referiremos sólo a unas pocas.

El Concilio Nacional de las Asambleas de Dios en México

Las Asambleas de Dios son la primera denominación pentecostal establecida en México por misioneros extranjeros. Ball fue bautizado con el Espíritu Santo en la iglesia de las Asambleas de Dios en Kingsville, Texas y en 1915 fue ordenado como ministro y hasta el momento de su muerte realizó destacado ministerio entre la gente de habla hispana, comenzando con los mexicanos que se adhirieron al grupo en el Valle de Texas en el que Henry Ball ocupó un importantísimo lugar hasta el día de su muerte. Alice Luce y Sunshine Marshall, quien posteriormente se casó con Henry Ball, fueron enviadas en 1917 a Monterrey, México como misioneras. Dos años después de su llegada, por causa de la Revolución, se regresaron a Estados Unidos dejando la base para una gran obra en la ciudad de Monterrey.[xvii] Para una opinión más nacionalista léase lo que al respecto tiene que decir Alfonso de los Reyes, ex Superintendente General del movimiento en México y autorizado historiador.[xviii] Tercera misionera de la misma iglesia enviada a nuestro país fue Anna Sanders, quien en sus memorias afirma que inicialmente trabajó junto con un matrimonio que llegó de Dallas, Texas, y luego afirma que:

Entre ellos y yo rentamos una vivienda en el número 78 de Constancia, allí tuvimos los primeros cultos. Fue casa muy chica: 8 adultos y 5 niños era la congregación. Todos sentados en el suelo, pero orábamos mucho. Allí principiaron las Asambleas de Dios.[xix] (Itálicas de Manuel J. Gaxiola)

La señorita Sanders tuvo por un tiempo como colaborador a David Ruesga, pero éste abandonó las Asambleas de Dios y formó su propio grupo, Iglesia de Dios en la República Mexicana, que se ha extendido por varias partes del país y el trabajo de éstas pasó por muchas dificultades, pues se quedaron sin el templo que todavía está en la Calzada de Guadalupe en la Capital y que se había construido con fondos obtenidos por Anna Sanders en los Estados Unidos y naturalmente sin un buen número de miembros y ministros. La matriz de las Asambleas de Dios en los Estados Unidos decidió entregar la responsabilidad de la obra en México a los propios ministros y miembros nacionales en momentos que no eran muy halagüeños para la iglesia en México. De los Reyes, sin embargo, explica como inició de la «consolidación» de su iglesia, describiendo la situación y retos a que se enfrentó después de la separación de Ruesga:

En la histórica convención de 1929, realizada en Monterrey, Nuevo León, los días del 28 de octubre al 1 de noviembre, se entregó la dirección del trabajo en territorio mexicano, llevado hasta ese momento por el Revdo.Henry C. Ball y su equipo del otro lado de la frontera del norte, en manos de un liderazgo netamente mexicano, constituyéndose así la Convención de las Asambleas de Dios en México

Aquella misma ocasión se fijaron grandes metas: la iglesia mexicana será gobernada por ministros mexicanos, la iglesia mexicana se sostendrá con pesos mexicanos, y los ministros mexicanos establecerán la obra de las Asambleas de Dios en todo el territorio mexicano.[xx]

Las metas fijadas en lo que para otros parecería una aciaga ocasión se han cumplido con creces y fue sólo a partir de los treintas que en el centro del país la denominación comenzó a adquirir estabilidad, pero actualmente es la denominación evangélica más grande del país con alrededor de cuatro mil congregaciones, según calculamos. La tarea de Anna Sanders, sin embargo, aunque breve, fue definitiva, especialmente porque durante su permanencia en México se ganó a un buen número de jóvenes que después llegaron a ser ministros muy distinguidos en su denominación. Es interesante que en sus memorias, Anna Sanders se refiere también a dos misioneras de La Nueva Luz que estuvieron en México simultáneamente con ella, pero no sabemos sus nombres ni el de la iglesia que las había enviado a la Capital de la República. Sin duda se trataba de misioneras del Nombre de Jesucristo, pues Nueva Luz era uno de los nombres con que se identificaba a estas iglesias.

Iglesia de Dios del Evangelio Completo

Por lo que respecta a esta denominación, se trata de otro grupo pentecostal también autónomo, pero que siempre ha mantenido estrechos lazos de compañerismo con las oficinas mundiales de la denominación en Cleveland, Tenessee. La señora María Rivera de Atkinson es considerada el instrumento para la formación inicial de la iglesia, comenzando por el estado de Sonora. Ella había sanado milagrosamente en una iglesia de las Asambleas de Dios en Douglas, Arizona. Allí recibió el bautismo del Espíritu Santo y nombramiento ministerial, pero luego estableció en su casa en la misma ciudad una iglesia propia y para 1930 ya había predicado varias veces y con resultados milagrosos en Sonora, su estado natal.[xxi] En 1931 conoció en Douglas a un ministro de la Iglesia de Dios con el nombre de J. H. Ingram[xxii] y así fue cómo ella ingresó al ministerio de la iglesia citada y con tal afiliación comenzó a darle carácter formal al trabajo misionero en México de la denominación a que nos referimos. Trabajó en ambos lados de la frontera hasta su fallecimiento en 1963. En los cuarentas la iglesia llegó hasta el Distrito Federal y centro del país gracias a los esfuerzos de Vessie D. Hargrave, a cuya denominación se adhirió David G. Ruesga junto con otros ministros y sus iglesias, pero luego se separó y formó un nuevo grupo. Desde el Distrito Federal la Iglesia de Dios del Evangelio Completo, se amplió hasta el resto del país. Uno de sus ministros más distinguidos, el difunto Alejandro Portugal, fue por un tiempo superintendente de esta iglesia para toda la América Latina.

Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús

La cadena de miembros y ministros de esta organización se remonta hasta 1907, cuando dos mexicanos, Juan Navarro y Francisco Llorente tuvieron la experiencia pentecostal en el norte de California y se afiliaron a la naciente iglesia del Nombre de Jesucristo predominantemente negra conocida como Pentecostal Assemblies of the World (Asambleas Pentecostales del Mundo), que según las últimas estadísticas disponibles, contaba en 1988 con 500,000 miembros en 1400 iglesias en los Estados Unidos y otras tantas en campos misioneros en África, Asia, Europa y las Indias Occidentales. Los mexicanos citados, siguiendo una costumbre muy norteamericana, por razones de conveniencia portaban credenciales de la PAW pero actuaban con total independencia. Llorente como Presidente y Navarro como Secretario, el grupo comenzó a crecer y se les añadió un buen número de ministros que resultaron excelentes líderes, como Marcial de la Cruz, de Torreón, Coahuila, distinguido especialmente como evangelista y compositor de más de 300 himnos que se cantan en montones de iglesias de habla hispana en todo el continente, y Antonio Nava, de Durango que eventualmente resultó su principal líder y fundo la Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (AAFCJ), extendida por la mayor parte de Estados Unidos y con misiones en América Latina y Europa. Parte de su crecimiento procedió de mexicanos que se convirtieron en la Misión de la Fe Apostólica en la calle Azusa de Los Ángeles, quienes eventualmente se unieron a la organización conocida como Iglesia de la Fe Apostólica Pentecostés, presidida por Llorente hasta su fallecimiento en 1928. Nava, que estaba entonces de visita en México, regresó a California y fue electo Presidente de la iglesia conocida a partir de 1930 como Asamblea Apostólica de la Fe en Cristo Jesús (AAFCJ). Esta y la IAFCJ siempre se han identificado como «una sola iglesia», aunque cada una se gobierna y sostiene de por sí.

A partir de quizá los últimos veinte años comenzaron a manifestarse dos fenómenos que han afectado a la mayoría de las iglesias de México, especialmente las pentecostales. El fenómeno tiene que ver con la creciente emigración de mexicanos a Estados que, siendo evangélicos, naturalmente buscaban a su propia iglesia en el nuevo país. Así fue como la AAFCJ comenzó a recibir un notable influjo de miembros que se habían convertido en México, hasta que la IAFCJ comenzó sus propias misiones en Estados Unidos y envió ministros a que las pastorearan y ya cuenta con más de ochenta iglesias en ese país. El segundo fenómeno es la conversión en Estados Unidos de mexicanos que luego sintieron el deseo de que se les predicara a sus familiares todavía en México, muchos de ellos inconversos. Los pastores de la AAFCJ comenzaron a visitar pueblos y ciudades en México acompañados de gente que ellos habían bautizado en Estados Unidos y así se formó un buen número de grupos afiliados a la iglesia en aquel país.

Misiones Centro y Sudamericanas

Hemos indicado antes que hay otros grupos pentecostales surgidos en los Estados Unidos que luego establecieron iglesias en nuestro país. Desafortunadamente, el tiempo nos ha impedido obtener toda la información que hubiéramos deseado para presentarla en esta ocasión. Lo que sí podemos agregar es que hay iglesias de Centro y Sudamérica que se han ido ganando un espacio en México. Entre ellas podemos incluir a las iglesias Elim, nacidas en Guatemala, con cierta presencia entre los mexicanos de Chiapas y también en el Distrito Federal. También tiene algún tiempo laborando en México una misión de la Congregacao Crista (Congregación Cristiana), una de las más antiguas denominaciones pentecostales autóctonas de Brasil, que para ahora debe tener cerca de tres millones de miembros. También recientemente comenzaron a llegar del mismo país misioneros de la Igreia Universal do Reino de Deus, también del mismo país. Esta es una iglesia fundada apenas en 1977 pero que está creciendo mucho y tratando de organizar una iglesia diaria en Brasil. Aparte de México y otros países de América Latina, también trabajan en los Estados Unidos, en Europa, Asia y África. Donde quiera que forman iglesias celebran tres cultos al día los siete días de la semana y en cada uno de ellos le dedican especial atención a la expulsión de demonios, y hay quienes les acusan de incluir en su culto y prácticas ciertos elementos sincretistas. Es de suponerse que en un futuro no muy lejano estas iglesias causarán en México un impacto parecido al que han provocado en Brasil.

Iglesias Pentecostales Independientes

El Antecedente Pentecostal Escandinavo

Comenzamos por indicar que gran parte de las iglesias mencionadas en este apartado fueron resultado directo o indirecto del trabajo de Axel Anderson, uno de los misioneros pentecostales de mayor relevancia en América Latina. Anderson nació el 25 de mayo de 1891 en la parroquia de Östergötland, Suecia el 25 de mayo de 1891 y falleció en el. Se convirtió en una iglesia bautista en 1905. Se ignora la fecha de su ingreso al pentecostalismo pero si sabemos que en 1910 fue bautizado con el Espíritu Santo y que para el año siguiente trabajaba como evangelista en su propio país y en 1915 sintió el llamamiento de misionero a México por medio de una visión. Al llegar a este país se dedicó a aprender el español y a trabajar como colportor de la Agencia Bíblica. Para junio de 1922 ya estaba en la ciudad de México y había localizado un terreno para templo en Coyoacán en 1924 informaba a Suecia del bautismo de algunos conversos. Posteriormente llegaron a México otros misioneros suecos, como Carlos Amstrong y Gunhild Gustaffson.

Los misioneros escandinavos que trabajaron en México y otros países latinoamericanos, incluyendo Brasil, donde inclusive fundaron las Asambleas de Dios, pusieron en práctica algunos de los principios establecidos por Lewi Petrus (1884-1974), de Estocolmo, bautizado en la Iglesia Bautista a los quince años y pastor de una iglesia de la misma denominación (1906-1911) y convertido al pentecostalismo en Oslo en 1907. Al regresar a Suecia pastoreó la misma congregación hasta 1913, cuando la Convención Bautista de Suecia lo expulsó porque practicaban la comunión abierta, pero en realidad por su pentecostalismo. Petrus fue el iniciador (en la India), del trabajo misionero sueco y la Iglesia Filadelfia que pastoreaba en Estocolmo era para 1929 la iglesia pentecostal más grande en el mundo con 3,540 miembros. Petrus era un congregacionalista convencido.[xxiii] Su influencia se hizo sentir en Brasil y México y adquirió forma en las iglesias, pues,

Confirmó la práctica de los misioneros suecos que, como lo había hecho Anderson con los pentecostales mexicanos, habían alentado el rápido desenvolvimiento y autoridad del ministerio de los …nativos…Este patrón de promoción del liderazgo nativo en las iglesias extranjeras resultantes de los esfuerzos misioneros, proporcionó la base desde la cual el pentecostalismo seguiría floreciendo.[xxiv]

El sistema congregacional establecido por Anderson en México fue el de «una fuerte iglesia central nacional o regional con muchas iglesias relacionadas pero cuasi-independientes y a él se agrega algo que ha distinguido a las iglesias pentecostales independientes.

Un segundo legado del pentecostalismo sueco para la Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés, quizá ahora más que en la Fraternidad Pentecostés Independiente, fue el estricto código de santidad personal que fue, y es, parte central de lo que significa ser un cristiano pentecostal. Es una moralidad que toma en serio el evangelio bíblico y los mandatos paulinos. Es una tradición ética que debe mucho a la traducción al sueco de los escritores del campo Holines como Jonathan Paul, Brengle, los Booth, Wesley, John Fletcher y James Caughney, para mencionar unos pocos. Una versión del estilo de vida que ellos defienden es evidente en todas las iglesias influenciadas por Andersson.[xxv]

De nuevo tenemos que referirnos a la imposibilidad de hacer una mención y clasificación estricta de todas las iglesias del tipo que llamamos independientes, pues son tan numerosas, pero no lo consideramos tarea imposible y esperamos comprobarlo con un estudio futuro. En la lista que mencionaremos en seguida se verá que todas han crecido en su propio suelo, difícilmente se pueden establecer diferencias de acción o de inserción en su cultura, y naturalmente que todas ellas han seguido semejantes lineamientos para su formación, expansión y sostenimiento. La única diferencia podría ser el grado y duración del control que los misioneros extranjeros ejercieron, o ejercen, sobre las iglesias que se fundaron, que es prácticamente mínimo y nos alegra que estas iglesias no han tenido que depender del extranjero para sus principales necesidades (salarios de ministros, construcción de templos, etc.), en contraste con las iglesias más antiguas cuya dependencia fue larga y en algunos casos sigue existiendo. Las iglesias que llamamos autóctonas tuvieron o tienen cierta relación histórica, a veces inconsciente, indirecta, con las misiones extranjeras y no pocas de ellas son el resultado de divisiones de divisiones de iglesias que en algún tiempo también tuvieron una relación extranjera.

El trabajo de Anderson en México fue, y es, responsable de la aparición del mayor número de iglesias y denominaciones pentecostales del mismo tipo, que mantienen casi todos ciertos lazos de compañerismo o cuando menos no están peleados unos con otros. A resultas del trabajo original de Anderson, aparecieron ministros muy activos al frente de «ministerios» que casi siempre se identificaban con el nombre de la iglesia que pastoreaban. Entre ellos se contó a gente como Jesús Huerta, Arnulfo Espinoza, Rafael Muñoz, Andrés Ornelas, Raymundo Ramírez, Cirenio Alor Vázquez, Antonio Enríquez, Domingo Arroyo y más recientemente hombres como David Enríquez, Rubén Ramírez Meyer, Haroldo Espinoza y una generación de líderes jóvenes que están asumiendo un papel muy determinante en esta nueva etapa.[xxvi]26 los movimientos así surgidos son fuertes de por sí, con nombres como Iglesia Evangélica Independiente, Iglesia Cristiana Independiente Pentecostés, Fraternidad Pentecostal Independiente (FRAPI), Siloé, Sarón, Bethel, etc. Se calcula que bien pudiera llegar a quince mil el número de congregaciones que de alguna manera están relacionadas con los trabajos iniciales de Anderson. Aunque cada grupo retiene su autonomía, hay lazos concéntricos que los unen y un esfuerzo fraternal como sería FRAPI. Me parece que mi juicio sobre ellas, emitido en 1969, sigue teniendo vigencia:

No debe creerse que el hecho de que exista esta diversidad de movimientos que ostentan el nombre colectivo de «iglesias evangélicas independientes» es señal de un deseo estéril de producir divisiones dentro del cuerpo de Cristo. Más bien, debe entenderse que estas iglesias reflejan su forma de gobierno, que es exclusivamente congregacional, y la libertad que se concede a cada individuo de predicar el evangelio si es que así se siente llamado.[xxvii]

Pethrus y sus herederos directos o indirectos en México no aceptarían el cargo de divisionistas, sino más bien considerarían que esta separación de iglesias y esfuerzos es un medio para que aumenten las congregaciones. Estas teorías pueden ser contradichas por algunos y alguien puede señalar algunas debilidades de movimientos así, pero cuando menos en México las iglesias de este tipo pueden clasificarse entre las de mayor éxito. Su autosuficiencia económica desde el mismo momento de la formación de cada congregación y cada movimiento puede también ser uno de los factores de éxito. Aquí bien cabe la explicación de Raymundo Ramírez, que se refiere en particular a la iglesia que presidió hasta su fallecimiento y que también fue uno de los líderes pentecostales independientes de mayor influencia en el país:

El movimiento es genuinamente nacional, no tiene ni ha tenido subvención de otros movimientos. Esto lo decimos sin el propósito de vanagloriarnos o herir a nadie, pues la gloria es toda de Dios.[xxviii]

Un factor lamentable en estudios como el presente es la falta de estadísticas para cada uno de los grupos pentecostales independientes. Lo que sí podemos indicar en que en 1970 la Encuesta Fuller que tan sólo la Asociación Fraternal Pentecostés, nacida originalmente por iniciativa de Juan C. Orozco en el que se buscaba «el intercambio de experiencias y el cultivo de la comunión», representaba a unos 200,000 pentecostales, muchos de ellos del tipo independiente, número que entonces equivalía como a la mitad de todos los miembros comulgantes de las iglesias protestantes en México. Sería muy útil y aun emocionante tener estadísticas actualizadas.[xxix]

Otras Iglesias Pentecostales

Iglesia de Dios en la República Mexicana

David Ruesga (898-1960), revolucionario villista, seminarista católico, es reconocido como el fundador de esta denominación. Sus relaciones originales con Ana Sanders, de las Asambleas de Dios, ya se han descrito, incluyendo en templo llamado De la Fe en Jesucristo, en la Calzada de Guadalupe de la ciudad de México. También hemos dicho que, al separarse de las Asambleas de Dios, Ruesga retuvo el templo mencionado, que continúa en manos de la denominación que estamos analizando. La literatura originalmente publicada por esta denominación se publicó gracias al apoyo económico recibido de la Iglesia de Dios (Anderson), que no es pentecostal y que tiene tiempo de establecida en México. A principios de los cuarentas Ruesga y su grupo se unieron a la Iglesia de Dios Evangelio Completo, pero el grupo que apoyaba a Ruesga se separó y continuó y continúa operando en varias partes del país. La división, sin embargo, fue múltiple, e incluyó a gente como Rubén C. Arévalo, quien continuó con las Asambleas de Dios y en 1931 fundó el templo Getsemaní, que pastoreó por cuarenta años. Otro grupo que se separó formó el templo de la Iglesia de Dios del Evangelio Completo en Clavería y se adhirió a la denominación del mismo nombre. La IDRM ha tenido un buen avance y aumentado el número de sus iglesias en varias partes del país.

Iglesia Cristiana Bethel

Uno de los principales colaboradores de Ruesga en ese tiempo era un multifacético predicador que había sido seminarista católico, metodista y músico con el nombre de Moisés Salas Cruz. En 1953 Salas tuvo ciertas dificultades con Ruesga y se separó de él para formar el grupo que ahora lleva el nombre que se indica. Los primeros cuatro años de vida de este movimiento fueron muy difíciles, pero Salas persistió en sus propósitos y gradualmente le dio forma a una iglesia que ahora está establecida en varios estados del país y en los Estados Unidos.

Movimiento Iglesia Evangélica Pentecostés Independientes

Entre los que asistían a la iglesia de Ruesga estaba un antiguo bautista de nombre Valente Aponte González que allí se hizo pentecostal. Asistía al templo en Calzada de Guadalupe pero también juntaba a sus vecinos para predicarles en su casa de La Merced, el populoso y tradicional barrio capitalino. Cuando el grupo creció y Valente descubrió que algunos de sus miembros tenían dificultades económicas para trasladarse a Calzada de Guadalupe, rentaron un cuarto en una vecindad y luego compraron una propiedad en Carretones 123. Este fue el inicio del Movimiento Iglesia Evangélica Pentecostés Independiente (MIEPI). Para cuando falleció en 1961, treinta años después de iniciado el trabajo, Valente y sus colaboradores habían fundado 250 iglesias y misiones y su revista «El Consejero Fiel» tenía un tiro mensual de 12,000 ejemplares. Se calcula que actualmente hay cuando menos unas mil quinientas iglesias afiliadas a este movimiento.

Iglesia Cristiana Interdenominacional

Según afirma Luis Scott, Josué Mejía Hernández, fundador de la Iglesia Cristiana Interdenominacional, también fue miembro de la iglesia que pastoreaba Ruesga, pero tengo la impresión que desde que comenzó los primeros cultos en la Colonia Portales, Mejía, aunque poseedor de cierta experiencia pentecostal y que al principio de la iglesia su gente hablaba en lenguas en las calles aledañas al tempo, para sorpresa de peatones y automovilistas, su interés era que la iglesia que formó retuviera título y carácter de interdenominacional, pues se inició con la participación de gentes de varias confesiones. Lo importante es, primero, que esta denominación ocupa un lugar muy honorable entre las iglesias evangélicas mexicanas; y, segundo, ha experimentado un admirable crecimiento. Respecto a si la ICI debe entrar en el grupo de iglesias pentecostales mexicanas autóctonas o no, se puede aportar el dato de que en 1969 existía una Asociación Fraternal Pentecostés, fundada por el impulso del ya entonces finado Juan C. Orozco, que había sido Superintendente General de las Asambleas de Dios, y que en la fecha señalada tenía como Presidente al Revdo. Felipe Sánchez Muñiz, hasta su fallecimiento líder principal de la Iglesia Cristiana Interdenominacional.

Un dato adicional es que en la ICI todos los ministros viven de sus propios ingresos y no perciben salario pastoral. Esto es parte de los Puntos Centrales de la Iglesia, según lo explica Josué Mejía:

Los obreros encargados de llevar el mensaje de salvación a las almas irredentas no son gravosos a nadie; ante todo tienen medios lícitos de vivir honestamente porque cada cual desempeña trabajos a su alcance según el don de que Dios los ha dotado. Así unos son profesionistas, otros artesanos, otros comerciantes haciendo intercambio de productos de unos a otros puntos de la República, y por último otros son trabajadores manuales, pero todos persiguen una finalidad práctica, de predicar el evangelio en nuestra amada patria, y no por avaricia o torpe ganancia, sino por el amor a las almas y a nuestro México.

Este es también el sistema que sigue la Congregación Cristiana de Brasil. En China surgió alrededor de 1917 una iglesia del Nombre de Jesucristo llamada La Verdadera Iglesia de Jesús, que encaró muchas dificultades por la persecusión comunista y vivió muchos años escondida, pero ahora se calcula que debe tener como dos millones de miembros, incluyendo los de otros países, y todos sus pastores son profesionistas y no cobran salario a la iglesia.

Iglesia Mexicana del Evangelio de Cristo

Este importante grupo tiene gran distinción, no sólo por su innegable crecimiento y su servicio social, sino también porque es la única denominación evangélica en México dirigida por una mujer, en este caso, una excepcional mujer. Nacida en el metodismo, maestra de su Escuela de Diaconisas y graduada en el Seminario Teológico Asbury de Kentucky, así como doctorada en la UNAM, la Dra. Graciela Esparza tuvo contacto con amigos carismáticos en Estados Unidos y regresó de a11á inflamada del Espíritu Santo. Fue obligada por las circunstancias a dejar la Iglesia Metodista de México (algo que quizá ahora no sucedería en la misma iglesia) y comenzó predicando en la calle, formó una iglesia que todavía pastorea, así como una respetable denominación que según nuestros cálculos debe tener actualmente cuando menos doscientas congregaciones extendidas por varios estados del territorio nacional.

Iglesia Nacional Evangélica Pentecostés

Fundada en 1954 por Isidro Pérez Machorro y luego dirigida durante treinta años por Noé Ruiz, la Iglesia Nacional Evangélica Pentecostés (INEP), es actualmente presidida por el Revdo. Rubén Calderón, quien ostenta el título de Director General. Se ha extendido por el Distrito Federal, Guanajuato, Oaxaca y Veracruz, y su mayor presencia gira alrededor de Ecatepec, en el estado de México. Allí existe también un Consejo Pastoral Ministerial al que pertenecen cien pastores, principalmente pentecostales, pero también de otras denominaciones, y en el que están representadas como unas ochenta asociaciones religiosas. Dicho consejo organiza eventos masivos de evangelización con la cooperación de muchos grupos, principalmente pentecostales y utilizan con frecuencia el deportivo «Siervo de la Nación para actividades masivas de educación. El Consejo tiene un poder de convocatoria que ha sido reconocido por el gobierno, pero el grupo está tratando de combinar la participación social efectiva, con la intención de mantener un saludable grado de independencia y evitar compromisos con cualquier partido político. A fin de evitar los peligros que se indica, se ha establecido un sistema de rotación conforme al cual el Presidente del Consejo desempeña sus funciones sólo durante treinta días.

Iglesia Universal de Jesús Pentecostés

Se trata de un notable pero poco conocido movimiento pentecostal con oficina matriz, que se ha desarrollado en un ambiente de modestia y relativo anonimato y que, sin embargo, ha tenido un notable crecimiento. Sus orígenes se remontan a varios años atrás y en ellos participaron ministros de diversos grupos, incluyendo uno que estaba afiliado a las Asambleas de Dios, pero desde el principio y hasta su fallecimiento, el liderazgo estuvo en manos del difunto Palemón Moreno. Iniciada en Morelos, la iglesia se fue diseminando gradualmente por todo el estado y también por Guerrero, contando en estas entidades con buen número de congregaciones urbanas y rurales.

Como se ha visto en el caso de otros grupos, esta denominación celebra anualmente una importante reunión a la que asisten miles de delegados y realizan distintas actividades en un auditorio que está en Hornos Valle de Vázquez, no muy lejos de Jojutla y donde residió hasta su muerte el dirigente Palemón Moreno. También sabemos de varios movimientos que han seguido la costumbre de construir sus propios auditorios y es notable el esfuerzo requerido para la construcción y conservación de este tipo de auditorios. Sin embargo, cuando se trata de iglesias que experimentan un notable crecimiento, parecería que inevitablemente llegan al punto en que ya no caben en su centro de reunión y eventualmente tendrán que modificar el sistema, quizá distribuyéndose por varios centros y auditorios en el país o rentando estadios u otros sitios en donde quepa toda la gente que asista a sus reuniones masivas. Quizá sea benéfico y retributivo que gente de iniciativa construya auditorios que se ofrezcan a todas las iglesias. Quizá el Centro de Convenciones Cristianas de Veracruz, construido bajo la dirección del pastor Rubén Ramírez Meyer, sea un modelo a seguir en muchas partes del país.

Iglesia Cristiana Apostólica Pentecostal

Este grupo resultó de una separación de la Iglesia Universal de Jesús Pentecostés, aparentemente originada en cuestiones de alabanza. En una reunión de la IJUP en que estuvimos presentes nos dimos cuenta de que llegó un grupo musical cargando instrumentos electrónicos que intentaban utilizar en la alabanza, pero no se les permitió utilizarlos y esto causó molestias. Supuestamente ésta es una de las razones para la formación de ICAP, cuyos miembros se precian de que sus cultos son «muy fogosos». Su matriz matriz está en Zacapanaco, también cerca de Jojutla, y lo preside el Obispo Crescencio Roa.

Una Experiencia Común, el Neopentecostalismo

En lugar de hacer una lista de las iglesias mexicanas de este tipo que ya existen y funcionan en el país, y aun están enviando misioneros a distantes naciones, hablaremos de cuestiones teológicas que les conciernen y que, simultáneamente, afectan a las iglesias pentecostales, cualquiera que sean sus características, así como al movimiento carismático.

Para Peter Hocken, sacerdote católico carismático y que por ocho años ocupó la Secretaría de la Society for Pentecostal Studies de los Estados Unidos, fue Donald Gee, el patriarca del pentecostalismo británico, quien en los cincuentas comenzó a discernir un cambio en la orientación y presencia del bautismo del Espíritu Santo y los dones espirituales mencionados en Hechos y en 1 Corintios 12. Gee notó que estos fenómenos, que parecerían posesión exclusiva de los pentecostales «clásicos», y que por un tiempo fueron rechazados, ridiculizados y combatidos por las otras iglesias evangélicas, ahora se extendían fuera de las denominaciones pentecostales. Gee le dio a este cambió el título de «Nuevo Pentecostés».[xxx] Fue en la siguiente década que las lenguas y los dones del Espíritu aparecieron primero entre los episcopales norteamericanos y luego en las otras iglesias del mismo país, tanto protestantes como católicas, para luego extenderse prácticamente a todo el mundo.[xxxi] El fenómeno también llegó a las iglesias ortodoxas pero allí fue más combatido. La ironía es que ahora, en los Estados Unidos, muchos de los neo-pentecostales se están haciendo ortodoxos porque se identifican más con ese tipo de espiritualidad. Con el tiempo se descubre también que el Nuevo Pentecostés de que habló Gee se ha bifurcado: Por una parte, están los que, habiendo tenido la experiencia pentecostal pero pueden continuar como miembros de su propia denominación, aunque a veces hay un rechazo inicial pero luego viene la aceptación. Esto ha sucedido también en México en las iglesias metodistas, presbiterianas, bautistas y otras. Por otro lado, aparece una vertiente que no se identifica con una denominación en particular, en la que las congregaciones son totalmente independientes y, si acaso buscan alguna afiliación, no es con denominaciones tradicionales (de las cuales algunos grupos se habían separado). A este periodo, que abarca de 1967 en adelante, Hocken trata de analizarlo todo bajo el título de «movimiento carismático», pero en nuestra opinión abarca a éste y también a los que ahora describimos como neo-pentecostales.

El periodo abarcado por este fenómeno se caracteriza particularmente por una explosión de asambleas carismáticas «no-denominacionales» entre las que es virtualmente imposible una completa clasificación. Sin embargo, la mayoría de estas asambleas tienden a adquirir afiliación o conexiones con alguna red o asociación de asambleas y/o pastores carismáticos. Estas abarcan un espectro que «va desde la aceptación explícita de la autoridad transcongregacional de algún líder carismático hasta una ocasional participación en fraternidades de líderes que en ninguna manera restringen la autonomía congregacional.»[xxxii]

En el presente estudio, con fines de simplificación, llamamos carismáticos a los evangélicos y católicos que practican la glosolalia y reciben los dones del Espíritu pero permanecen dentro de su denominación, mientras que el título de neo-pentecostales se lo adjudicamos a quienes pasaron por la misma experiencia espiritual pero no permanecieron dentro de una denominación, si es que pertenecían a alguna, y formaron congregaciones autónomas que casi siempre niegan ser una denominación, y unas pocas dicen que ni siquiera son una religión. Si examinamos to que está sucediendo en nuestro país, podemos ver que han aparecido lo que Hocken llama bloques de convicciones con iglesias fuertes que, aunque congregacionalmente autónomas, son parte de una fraternidad, la cual muy bien puede resultar eventualmente en denominación. En los Estados Unidos el movimiento ha sido más fluido que en México y ya ha aparecido, según Hocken, una Tercera Ola, o tercera fase que al mismo tiempo que exhibe cierta continuidad con los movimientos pentecostales y carismáticos, es diferente a ellos.

La terminología de la Tercera Ola es todavía demasiado nueva para que resulte definitiva. Según se usó inicialmente en estrecha conexión con el mensaje y ministerio de Wimber, es demasiado estrecha para que se le compare con las dos primeras olas (pentecostal y carismática). Ha venido a ser usada,         sin embargo, (e.g., por David Barrett) en referencia a la amplia ocurrencia de fenómenos pentecostales entre los cristianos, especialmente protestantes evangélicos, que rechazan la etiqueta «carismática» y frecuentemente no practican la glosolalia, mientras ejercen otros dones. Aunque parece cierto que una amplia difusión de dones espirituales y poder relacionado con ellos está ocurriendo por todo el mundo, esta diseminación más allá de los rangos reconocidos de la Renovación Carismática quizá sea demasiado disparatada y diversa para que se les confiera una etiqueta distintiva.[xxxiii]

Para nosotros el movimiento carismático y el neopentecostalismo, entre otras cosas, responden no sólo a necesidades religiosas o espiritualmente sentidas, sino también a cuestiones de estratificación y prestigio social, el examen menos prejuiciado del pentecostalismo, la innegable fuerza y diseminación de éste, unidos a su movilidad ascendente y la capacidad pares penetrar capas sociales que parecían estarle vedadas. El Movimiento Carismático aparece en las iglesias tradicionales, que socialmente eran, y en muchos casos son todavía, un contraste con los pentecostales en lo que se refiere a posición social, actitudes hacia el vestido, las joyas, cosméticos, diversiones y consumo de bebidas alcohólicas. De alguna manera los evangélicos tradicionales, sin embargo, habían encontrado atractivo al pentecostalismo, pero consideraban inaceptables las rígidas disciplinas pentecostales sobre las cuestiones citadas y quizá sentían también que hacerse pentecostales los rebajaba socialmente. Habiéndose eliminado gradualmente los prejuicios contra el culto expresivo y emocional, la música alegre y moderna del pentecostalismo, las oraciones en alta voz, la oración por los enfermos y la realidad de los espíritus, buenos y malos, muchos de estos evangélicos encuentran que pueden ser pentecostales de hecho pero sin dejar de seguirse llamando bautistas, metodistas, presbiterianos o lo que sea, encontrado así facilidades para formar el «ala carismática» de su denominación. De esta manera retienen el prestigio social de que disfrutan y su piedad y espiritualidad se refrescan y vitalizan.

Los neo-pentecostales han seguido un camino parecido al de los que aquí llamamos carismáticos, pero prefieren formar sus propias congregaciones, a veces por el rechazo que sufren en su propia denominación, en otras ocasiones porque los líderes que las encabezan no calificarían para pastores en las denominaciones de donde proceden, y no pocas ocasiones porque son gente de mucha iniciativa y capacidad y más dadas a la experimentación, algo que no siempre es bien recibido en denominaciones que no pueden pensar sólo en una congregación sino en todo un movimiento. Sus líderes son más expertos en la informática, el mercadeo, la publicidad, la dinámica de grupos, etc. y no temen a la experimentación y la innovación. Estando al frente casi siempre de congregaciones de clase media profesional y joven, encuentran campo propicio para la experimentación y la planeación con audacia. En programas y lealtad son «mono-céntricas», mientras que en la mayoría de las denominaciones prevalece el «multi-centrismo». Dentro de estos grupos no faltan personas que nacieron y crecieron en iglesias pentecostales y desde niños experimentaron la rigidez y el conservadurismo de esos grupos, el conflicto entre quienes obedecían reglas estrictas no sólo porque las creían bíblicas sino también porque poca o ninguna esperanza había de que salieran de la condición socioeconómica en que se encontraban y donde muchas de esas reglas encontraban aceptación y aplicación práctica, mientras que algunos de ellos, por razón de sus estudios y/o habilidad comercial ampliaron sus horizontes y llegó el momento en que ya no se sentían a gusto en el viejo y feo templo del barrio pobre en que crecieron y descubrieron que una iglesia neo-pentecostal sería el ambiente más adecuado a su nueva posición, aunque, como sucede muchas veces, los padres o los familiares pobres siguen congregándose en la vieja iglesia pentecostal.

Cualquiera que sea el lugar donde se ubiquen estos grupos neopentecostales y las características de sus prácticas y gobierno, lo importante es la manera en que afecten o modifiquen lo que bien pudiera ser la principal distinción y quizá el único dogma aceptado hasta ahora por todos los pentecostales: Las nuevas lenguas, o glosolalia, como «señal inicial» o física del bautismo del Espíritu Santo, que bien pudieran identificarse como la razón de ser del pentecostalismo. Esto se debe a que hay grupos, tanto carismáticos como neo-pentecostales y que hay algunas denominaciones pentecostales, especialmente en Sud América, para las que las nuevas lenguas no son la única evidencia del bautismo del Espíritu Santo, pues según ellos hay otras manifestaciones (fervor, poder, celo evangelizador, gozo, etc.) que son también evidencia del mismo bautismo. Al hacer su análisis de las perspectivas históricas de las lenguas como «evidencia inicial’, Kendrick llega a la siguiente conclusión:

Es asunto de interés que la posición pentecostal que sostiene que la glosolalia es la evidencia bíblica inicial del bautismo en el Espíritu Santo ha sido desafiada repetidamente dentro del movimiento Pentecostal, más notablemente en las Asambleas de Dios en 1918. Para evitar la erosión de esta creencia, las Asambleas de Dios, el más numeroso cuerpo Pentecostal, en años            recientes ha exigido que sus ministros tesfifiquen de su continuado apoyo de esta posición. Ha habido posiciones expecialmente conflictivas en los recientes movimientos carismáticos. Un número substancial de sus componentes sostiene que las lenguas son sólo una de varias evidencias del bautismo en el Espíritu Santo.[xxxiv]

Naturalmente que una actitud así puede afectar a iglesias y ministros por igual y quizá reducir el número de personas que buscan y obtienen la experiencia glosolálica. Las pocas estadísticas de que disponemos, señalan, por ejemplo, que sólo 35 por ciento de todos los pentecostales en todo el mundo han hablado en lenguas siquiera una vez.[xxxv] Es bien sabido que en Chile menos de la mitad de los ministros pentecostales de iglesias autóctonas han hablado en otras lenguas. En México, la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús reporta un 70 por ciento de miembros que han hablado en lenguas cuando menos una vez, mientras que en las Asambleas de Dios se calcula alrededor del 30 por ciento.[xxxvi]

Este fenómeno ha recibido mucha atención en todas partes del mundo. Un ejemplo es la Conferencia Sobre Investigación Pentecostal y Carismática en Europa, celebrada en Kappel, Suiza del 3 al 6 de Julio de 1991, a la cual asistió quien esto escribe, y en la que Henry Lederle, teólogo calvinista y maestro en la Oral Roberts University, presentó una ponencia sobre Evidencia Inicial.

Aunque tiene el cuidado de señalar algunas objeciones teológicas serias a las lenguas como evidencia inicial que han aparecido en los últimos años, en un estudio sobre el movimiento carismático que tiene validez para el neo-pentecostalismo y afecta aun al pentecostalismo emocional, Lederle parecería encontrar una relación entre lenguas y su legitimidad y continuidad de la iglesia. Lederle,[xxxvii] señala que la iglesia hoy sustenta el ideal de permanecer en vivo contacto con su herencia apostólica, una realidad neumatológica que se ha formalizado en las iglesias. La perla, que es la «vida en el Espíritu» (La ponencia parte de una referencia a la parábola de la perla citada en Mat. 13), «representa el contacto viviente con nuestra herencia neotestamentaria, nuestro lazo con la fe de los apóstoles». En el mundo cristiano se tiende a «formalizar nuestro eslabón con la iglesia cristiana primitiva», ya sea por la doctrina de la sucesión apostólica de católicos y anglicanos, o por medio de la Escritura como «palabras vivientes de apóstoles y profetas» en el caso de muchos protestantes, o la formalización que la Tercera Fuerza del cristianismo, i.e. pentecostalismo, cree encontrar en la glosolalia como «prueba de experiencia apostólica». Lederle no da la sensación de estar opuesto a la idea de la evidencia inicial en sí, sino más bien a una formalización de la glosolalia de modo que se llegue al extremo de considerarla una garantía de «vida en el Espíritu» que se basa en un solo evento empírico.

Lederle también cree que ese deseo de recibir y preservar la herencia y conexión con la iglesia primitiva se ilustra en dos ejemplos:[xxxviii] (1) El hecho de que aunque Seymour primero le dio otro nombre al templo que se convirtió en centro mundial de difusión del pentecostalismo (1906-1910) y que fundó en la Calle Azusa de Los Angeles, terminó llamándolo Apostolic Faith Mission (Misión de la Fe Apostólica). (2) La información de que hasta el Consejo Mundial de Iglesias inició hace poco un proyecto de estudio con el nombre de Hacia la Común Expresión de la Fe Apostólica Hoy. A esto podríamos agregar un tercer punto: Parham, el fundador del pentecostalismo, llamó a éste el movimiento de la fe apostólica y sólo después de que sufrió un desprestigio moral fue que sus seguidores comenzaron a preferir el nombre de pentecostales. Para Lederle, parecería que existe una relación entre los títulos usados por Seymour y el Consejo Mundial de Iglesias y el mantenimiento de la fe en las nuevas lenguas como señal del bautismo del Espíritu y también como conexión con la iglesia primitiva.

Lederle también advierte que la oposición del movimiento carismático (que forzosamente incluye al neo- pentecostalismo) a la idea de las nuevas lenguas como única evidencia inicial del bautismo del Espíritu Santo, es un «desafío», según él, pues aunque aquéllos aceptan que la carismata se manifiesta también en nuevas lenguas, sin embargo, «muy pocos carismáticos (y consecuentemente, neo-pentecostales) admiten que la glosolalia sea la conditio sina gua non para el bautismo en el Espíritu». Aunque crítico de ambas posiciones, Lederle llega a la conclusión de que:

En su análisis final el desafío de los carismáticos para aquellos que enseñan la «evidencia inicial» es reflejar de nuevo su validez. Probablemente no sea realista defender el abandono de ésta la más distintiva enseñanza del pentecostalismo norteamericano. Quizá esto ni siquiera sea necesario. Parece como si se requiriera una reinterpretación y reapropiación crítica.[xxxix]

En su día, Gee, para quien las lenguas como evidencia inicial del bautismo del Espíritu Santo serían, en palabras de Lederle, un «sagrado encargo para no abandonarse nunca», se negaba a renegar del lugar que según él ocupaba la glosolalia en el esquema divino:

La experiencia ha comprobado que donde quiera que ha habido un debilitamiento en este punto, menos y menos creyentes han sido de hecho bautizados en el Espíritu Santo, y el Testimonio ha tendido a perder el Fuego que le dio nacimiento y lo mantiene viviente.[xl]

A este aparente pesimismo de Gee, Lederle responde con esperanza:

Por estas mismas razones hay actualmente una nueva tendencia restauracionista dentro del pentecostalismo clásico que busca el fuego y la vibrante libertad del Espíritu experimentada en los primeros días. (Al mismo tiempo un contra-movimiento continúa buscando niveles superiores de aceptación de parte de la sociedad a integración a la corriente principal del cristianismo evangélico y aun más delante, en diálogo ecuménico). Dentro de este contexto, creo que quizá sea útil un fresco examen de la experiencia del bautismo del Espíritu en los gloriosos días de poder y gloria.[xli]

Los pentecostales «clásicos», sea que pertenezcan a cualquiera de las categorías que aquí se han manejado, y también los carismáticos y los neo-pentecostales, tienen mucho que estudiar y analizar, la mayoría de los primeros en un intento por reafirmar y perfeccionar lo que ha sido creencia primordial en casi todos sus grupos, y los otros dos, para refinar y perfeccionar su posición ante esa realidad que les ha dado existencia a todos: E1 glorioso poder y presencia del Espíritu Santo. De nuevo, Lederle piensa que es posible un fructífero diálogo entre pentecostales clásicos y carismáticos denominacionales a independientes con la intención de «investigar y revaluar» la evidencia inicial.»[xlii]

Conclusión

A manera de resumen, permítasenos recordar que hemos presentado una clasificación de aquellos movimientos en México que tienen una común fe en el poder y manifestación del Espíritu Santo y que, consecuentemente, son parte del movimiento pentecostal mundial o cuando menos están relacionados históricamente con él. Se admite que la clasificación, y particularmente la información aquí presentada, es incompleta, pero puede y debe servir como base para discusiones posteriores y para seguir añadiendo información a la historia de los grupos aquí mencionados, historia que está clamando por aparecer y que, sin duda, enriquecerá nuestro acervo pero, sobre todo, nos permitirá apreciar mucho más el significado de la presencia en México, y su relación con el resto del mundo, de ese gran movimiento que comenzó cuando cristianos sencillos creyeron que era posible volver al libro de los Hechos no sólo para complementar y aumentar sus conocimientos teóricos sobre el mismo, sino principalmente para que se repitiera en nuestros días la gloria y el poder que en ese libro se nos relatan.


[i] La Investigación Sobre el Crecimiento de la Iglesia en América Latina reveló en 1965 la siguiente distribución de las iglesias evangélicas en México: Misiones «no Denominacionales» 0.8%; Iglesias Pentecostales 63.9%; Denominaciones Recientes 4.8%; Iglesias Adventistas 8.1%; Denominaciones Tradicionales 24%. Véase Read, Monterroso y Johnson, Avance Evangélico en América Latina. El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones , 1965). Traducido por Manuel J. Gaxiola.142. La proporción pentecostal quizá sea mayor actualmente.

[ii] Galo Vázquez, ed., México Hoy y Mañana: Visión Evangélica al Comienzo del Siglo XXI (México, D.F., VELA) :1987

[iii] Según John W. Butler Protestant Christianity in Mexico (The Missionary Review of the World (Mayo 1911) Vol. XXIV, en 1888 había en México 469 iglesias protestantes con 16,250 miembros. Para 1905 se había aumentado la feligresía a 20,823 y seis años después sólo se contaron 22,282, quizá por los efectos de la Revolución Mexicana.

[iv] . Manuel J. Gaxiola, Nacimiento del Movimiento Pentecostal (1901-1916)Edición del Autor, 1998.

[v] Idem, «Sólo Jesús» en Diccionario de Historia de la Iglesia, (Editorial Caribe: Miami 1974) p.971.

[vi] De León, Víctor, The Silent Pentecostals: A biographical study of the Pentecostal Movement among the Hispanics in ther Twentieth Century (La Habra, CA: edición del autor, 1979.

[vii] Roberto Domínguez: Pioneros de Pentecostés (Terrasa, Barcelona, España: Libros CLIE, 1990) 3 vols.

[viii] Esdras Betancourt: «Hispanic Pentecostals: History and Mission», ponencia presentada en la XXIII Asamblea Anual de la Society for Pentecostal Studies. Guadalajara, Jalisco, México 11-13 noviembre 1993.

[ix] Fred J. Foster, Think It not Strange. (Pentecostal Publishing House: St. Louis, Mo.:1965) p. 71.

[x] James L. Tyson, The Early Pentecostal Revival.World Aflame Press. (Hazelwood, MO: 1992) 101.

[xi] Manuel J. Gaxiola,Hasta el Último Rincón del Mundo: 1948-1998: La Iglesia Apostólica Celebra Medio Siglo de Misiones Extranjeras. Guadalajara: IAFCJ: 1948, p.4

[xii] Idem, La Serpiente y la Paloma (Historia, Teología y Análisis de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. (1914-1994) 2a. ed. Libros Pyros: México, D. F. pp.141-145.

[xiii] Castañón Santa Ana, Raúl; Cuevas Hernández Baltazar; Hernándes Arroyo, Benjamín; Silva Ibarra, Josué; Zamarripa Araujo, Josué, Historia de la Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual. (Monterrey, N. L.: Iglesia Evangélica Cristiana Espiritual, 1993)

[xiv] Léase Araceli Ibarra Bellón, Alisa Lanczyner Reisel, La Hermosa Provincia: Nacimiento y Vida de una secta cristiana en Guadalajara. Tesis de Maestría en Filosofía, Universidad de Guadalajara, marzo de 1972; Luis Rodolfo Morán Quiroz, Alternativa Religiosa en Guadalajara: Una aproximación al estudio de las Iglesias Evangélicas.Universidad de Guadalajara, Departamento de Investigación Científica y Superación Académica. Guadalajara, 1990; AraceliIbarra Bellón y Fernando Leal Carretero, El Templo de la Hermosa Provincia: Mediaciones entre lo estético y lo social. Ponencia presentada en la XXIII Asamblea Anual de la Society for Pentecostal Studies, en Guadalajara, 11-13 noviembre de 1993.Renée de la Torres, Los Hijos de la Luz: Discurso, Identidad y Poder en La Luz del Mundo. Tlaquepaque, Jal.: Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social. Guadalajara, Jal., y Universidad de Guadalajara.1995; René Rentería Solís, Vida y Obra del Apóstol Aarón Joaquín. Guadalajara: Iglesia la Luz del Mundo, A. R., 1998.

[xv] Ernesto Villalobos González, Un Nuevo Amanecer: Memorias de Jesús Adame Giles. Editorial Imagen (Sin fecha ni lugar)

[xvi] Arthur L. Clanton, United We Stand: Una historia de organizaciones unipentecostales. (St. Louis, Mo.: The Pentecostal Publishing House: Hazelwood, Mo.: 1970, pp. 116, 117

[xvii] G. B. McGee, Alice Eveline Luce (1873-1955, Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements.(Grand Rapids, Michigan, Zondervan Publishing House, 2988, pp. 643-644.

[xviii] Alfonso de los Reyes Valdez: Historia de las Asambleas de Dios en México (3 tomos)Tampico, Tamps: De los Revilla, 1a. Edición, 1997.

[xix] Roberto Domínguez, op. cit.vol. II, p. 52.

[xx] De los Reyes, op. cit.vol. 2, p.9.

[xxi] Véase la excelente biografía de la Sra. Atkinson por Roberto Domínguez, op. cit., vol. II,pp.63-152.

[xxii] Idem, vol. II, pp.181-189.

[xxiii] Algunas de sus ideas sobre «el gobierno de la iglesia» aparecen en Rafael Reyes Cárdenas y Ma. del Refugio R. de Reyes,Historia del Movimiento Pentecostés Independiente en la República Mexicana. México, D. F., edición de los autores, pp. 19-21.

[xxiv] David Bundy, Las Misiones Pentecostales Suecas: El caso de Axel Anderson. Ponencia presentada en la XXIII Asamblea Anual de la Society for Pentecostal Studies. Guadalajara, Jal. 11-13 noviembre 1993. p. 6.

[xxv] Ídem.

[xxvi] Léase una gran lista de movimientos, iglesias y líderes en Reyes y Reyes, op. cit.

[xxvii] Manuel J. Gaxiola, Directorio Evangélico de la Ciudad de México, p, 27.

[xxviii] David Bundy, op. cit., p.7

[xxix] Manuel J. Gaxiola, Directorio Evangélico de la Ciudad de México, p. 29.

[xxx] Peter D. Hocken, «Charismatic Movement», Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements. S. M. Burgess, Gary McBee y P. H. Alexander, eds. (Grand Rapids, Mich.: Zondervan, 1988): 131-160.

[xxxi] Para Hocken, op. cit., el movimiento pasa por cuatro etapas mientras se extiende por todo el mundo: A. Primeros impulsos (pre-1960) B. Aparición del movimiento (1960-67). C. El movimiento adquiere forma (1966-77)D. Consolidación (1977-87).

[xxxii] Hocken, op. cit., 143.

[xxxiii] Ídem, 143.

[xxxiv] K. Kendrick: «Initial Evidence, a Historical Perspective». Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements.op. cit. 459-460.

[xxxv] David B. Barrett, «Statistics,» Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements, op. cit., 820.

[xxxvi] Según declaración personal de Alfonso de los Reyes, Superintendente General de las Asambleas de Dios en México, durante una consulta sobre pentecostalismo en la Sociedad Bíblica de México el 24 de agosto de 1993.

[xxxvii] Henry I. Lederle, «Initial Evidence» and the Charismatic Movement: An Ecumenical Appraisal of Distinguishing Between the Pearl and the Oyster.

[xxxviii] Lederle, op. cit. 2.

[xxxix] Idem, p.14.

[xl] Citado por J. J. McNamee, «The Role of the Spirit in Pentecostalism: A Comparative Study». Disertación Doctoral. Universidad de Tubingen, Alemania.

[xli] Lederle, op. cit., 4.

[xlii] Idem, op. cit., p. 16.

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